Navegando por internet me encontré con la receta de los huesos de santo en Pintando una mamá. Me pareció tan fácil que no dudé en ponerme manos a la masa. Una vez en el ajo, me fui dando cuenta, poco a poco, de que no era tan fácil como parecía, pero el resultado hace que valga la pena el esfuerzo.
Necesitamos:
Empezamos por el mazapán. En un cazo ponemos el agua y el azúcar y hervimos hasta conseguir un almíbar fuerte.
Añadimos las almendras molidas y dejamos hervir cinco minutos sin parar de remover. Dejamos enfriar.
Para el dulce de yema, ponemos agua y azúcar en otro cazo y volvemos a hacer almíbar.
Por otro lado, batimos las cuatro yemas y vamos añadiendo poco a poco el almíbar mientras removemos.
Devolvemos la mezcla al cazo, la ponemos al baño maría y la removemos sin parar hasta que espese mucho. Dejamos enfriar.
Amasamos la pasta de mazapán en una superficie con azúcar glass para que no se pegue y la aplastamos con un rodillo hasta conseguir una forma rectangular y fina.
Colocamos el dulce de yema de huevo con forma cilíndrica, enrollamos y cortamos la pasta de mazapán cuando tengamos hechos los tubos.
Cortamos a nuestro gusto y dejamos enfriar para que se endurezca.
¡Listo! Ya tenemos el delicioso dulce tradicional de Todos los santos por excelencia. Con el dulce de yema que sobró hice unas bolitas riquísimas.
C/ Salvador de Madariaga, (frente a The Style Outlet), San Sebastián de los Reyes, Madrid.
5.000 plazas de parking
GRATUITO
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