A los niños les encanta experimentar. Y si, además, les decimos que en el proceso vamos a usar Lacasitos, ya los tenemos ganados.
Este experimento es muy sencillo y visual. Lo encontré en una página que comparte numerosos experimentos educativos para realizar con los más pequeños.
Llena el bol con agua e introduce los Lacasitos, colocándolos a la misma distancia unos de otros.
Solo queda esperar. Enseguida observaremos cómo el color se desprende de los caramelos y tiñe el agua. Pero, ¡sorpresa! Los colores no se mezclan entre sí.
Este efecto se debe a que tanto el colorante como el azúcar de los Lacasitos se disuelven en el agua. El azúcar aumenta la densidad del líquido y crea una barrera que impide que los colores se mezclen.
Es posible que los niños más pequeños no comprendan la explicación científica, pero seguro que les fascina ver cómo los colores se expanden en el agua sin mezclarse. ¡Eso sí, cuidado! Puede que quieran comerse los Lacasitos antes de terminar el experimento.