Vivimos en una era dominada por la tecnología, donde los dispositivos digitales han transformado nuestra vida cotidiana. En el ámbito educativo, las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) han revolucionado el acceso al conocimiento, permitiendo a estudiantes y docentes interactuar con una cantidad de información sin precedentes.
Muchos expertos sostienen que el futuro de la educación depende de la integración de las TIC en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo, también existen voces críticas, como Evgeny Morozov, quien advierte sobre los riesgos de una dependencia excesiva de la tecnología, especialmente en el ámbito de la participación política y la privacidad.
En el campo de la estimulación temprana, una de nuestras especialidades, han surgido numerosas aplicaciones y programas diseñados para potenciar el desarrollo cognitivo de los niños. Se insiste en la importancia de familiarizarlos con la tecnología desde una edad temprana, pero ¿es realmente beneficioso?
Existen razones de peso para no considerar a las TIC como una solución universal en las primeras etapas del aprendizaje:
En conclusión, aunque las TIC ofrecen herramientas valiosas para la educación, es esencial equilibrar su uso con métodos tradicionales que favorezcan el desarrollo integral de los niños. La clave está en aprovechar la tecnología sin descuidar habilidades fundamentales como la escritura manual y la interacción social.