El fin de semana pasado comenzaron nuestros cursos de primeros auxilios orientados a familias, dirigidos por un técnico de emergencias titulado y con material médico real.
Las familias disfrutaron aprendiendo respiración boca a boca y masaje cardiopulmonar. Desde el inicio, el instructor presentó a Paul, el esqueleto, y a su primo, quien nos enseñó los músculos más importantes del cuerpo.
Tras unas sencillas explicaciones, los niños pudieron practicar con su paciente: un torso con cabeza de plástico blando al que debían reanimar.
Los padres y madres también participaron activamente, aprendiendo cómo reaccionar en situaciones de emergencia junto con sus hijos.
Nunca sabemos cuándo podemos enfrentarnos a una situación de emergencia en la que la vida de una persona dependa de nuestra actuación. En casa, el trabajo, el metro, la calle o la carretera, cualquier lugar puede ser escenario de un accidente.
Por ello, es fundamental saber cómo actuar, a quién alertar y cómo responder de manera segura en los primeros instantes. Nuestra intervención puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Atender una parada cardíaca, ayudar a una persona que se está asfixiando o asistir a alguien que ha sufrido un desmayo son habilidades esenciales. Con conocimientos básicos de primeros auxilios, podemos reaccionar con seguridad y eficacia.
En el Hospital de Micropolix, adaptamos el contenido del taller según la edad de los niños, que van desde los tres hasta los catorce años.
A pesar de su juventud, nuestro instructor ha acumulado una gran experiencia en el ámbito de las emergencias sanitarias. Desde pequeño, sintió fascinación por los vehículos de emergencia, especialmente ambulancias y camiones de bomberos.
Con 17 años, se matriculó en el grado medio de Técnico en Emergencias Sanitarias, una formación relativamente nueva en la Comunidad de Madrid. A los 18 años, se convirtió en voluntario de Protección Civil y obtuvo certificaciones como socorrista e instructor de soporte vital básico y desfibrilación.
Su pasión y compromiso con la profesión le han permitido adquirir conocimientos y experiencia en un campo donde la vocación y la entrega son fundamentales.
Para los niños y niñas que sueñan con ser Técnicos en Emergencias Sanitarias, el instructor les aconseja:
La vocación de servicio, la empatía y la humildad son valores esenciales para quienes desean dedicarse al mundo de las emergencias.